No entraré en detalles pero mi cuerpo tiene una manera de demostrar su energía contenida que me deja echa un trapo. Cansada y con mucho, mucho sueño.
De 3 a 4 días dura mi recuperación total, revivir de entre los desmayados, las ausencias. Después de esto viene una cosa extrañísima que no sé como llamarla pero que en verdad me está empezando a gustar.
Son recuerdos, mas que eso son sensaciones que me recuerdan espacios en mi vida que antes los veía con un poco de extrañeza pero hoy incluso los disfruto. Me ha causado gracia encontrar en mi playlist la música que escuchaba cuando era estudiante, de pronto esas sensaciones vienen y las acompaño con estas canciones para que el momento quede redondo.
Y bueno, para el que crea que ser epiléptico es una enfermedad terrible, pues si es complicada, pero la llevas bien si te cuidas, tomas tus medicamentos y no te echas unas copitas de mas como hice hace unos días. Felizmente tengo a Leo que me cuida, me engríe preparando lo que me plazca y cuida mi sueño. Te amo mi amor, ¡gracias por cuidarme tanto!
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